El ministro de Educación, Nicolás Trotta, destacó en los últimos días que las “mejoras constantes de los indicadores sanitarios y epidemiológicos” permitieron “disminuir el distanciamiento para poder intensificar la presencialidad. Desde la provincia se ha emitido que “Entrarán en vigencia a partir del 1º de septiembre. Lo definió la Dirección General de Cultura y Educación, tras el acuerdo alcanzado en el Consejo Federal de Educación. Se fundamenta en el descenso sostenido de casos producto del cumplimiento de las medidas de cuidado y en el gran avance de la campaña de vacunación”. Sin embargo, la realidad de cada establecimiento educativo no es el que se define en las directivas enviadas en planos nacionales, provinciales ni locales. Rosario Zuchelli es Directora de la escuela Primaria N°1 y cuenta que el 1 de septiembre se sigue utilizando la modalidad burbuja y que se está intentando adecuar otros espacios del establecimiento para poder garantizar la presencialidad plena y cuidada. Sin embargo, no llegan a garantizarla y, mucho menos, otros establecimientos que están más complicados -desde lo edilicio- para poder hablar de todos los chicos en las aulas.

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